viernes, 4 de marzo de 2011

...muñequita llorona *

He estado desaparecida estas últimas semanas porque he invertido todo mi tiempo en un trabajo que tenía que entregar en la universidad. Por fin, creí que nunca llegaría este día, he terminado; ahora ya que sea lo que mi tutor quiera...


Durante todo este tiempo las cosas han seguido como siempre, pero últimamente me noto algo extraña. No sé por qué, no parezco yo, solo hago que llorar (con o sin motivos). De repente me entran unas ganas enormes de llorar y no puedo evitarlo, o me dicen algo que no me sienta demasiado bien, o simplemente me agobio y me estreso. No sé, se está convirtiendo en una vía de escape; sí, sé que es bueno llorar pero DE VEZ EN CUANDO, no siempre. Yo creo que todo lo que me he negado a llorar a lo largo de mi vida -porque yo antes nunca lloraba- me está saliendo ahora. Y no me gusta.


Por si eso fuera poco, ahora es cuando empiezo a entender que la convivencia es lo más difícil de una relación. Llevamos ya medio año conviviendo y ahora afloran las verdaderas personalidades de ambos: mi perfeccionismo y mi vena dominante frente a su pasividad. Hoy por fin he mos conseguido hablar las cosas de verdad, sin dejarlo pasar e intentando buscar soluciones factibles para los dos, a ver si podemos volver a disfrutar como las primeras semanas.

Además de todo eso, mi cabeza no deja de dar vueltas. Por una parte, este año termino la carrera y no tengo todavía muy claro qué hacer cuando acabe: seguir estudiando, buscar ya trabajo estable o deambular y ver mundo. Por otra, esto de convivir es algo esporádico, y él el próximo curso volverá a su ciudad a seguir con sus estudios (a 399 kilómetros de la mía...) y puf, después de pasar 24 horas seguidas juntos durante unos cuantos meses se me va a hacer un mundo vernos cada semana (en el mejor de los casos).

En fin, digamos que últimamente estoy un poco agobiada con todo (supongo que el hecho de estar lejos de mis amigos y mi familia, acentúa todavía más las cosas) y necesito mimitos continuamente, sin motivos ni razones. ¿Qué le voy a hacer si me he convertido en una muñequita llorona?



...solo quiéreme *

3 soplos de aire fresco:

Penny Lane dijo...

Ains, lo que te quise decir el otro día en resumido.

No eres muñequita llorona, no te eches las culpas a ti.

Las cosas se solucionan hablando y disfruta del momento.
Cuando lleguen los problemas preocupate.

Un besote

Mascotas dijo...

Yo siempre he pensado que llorar es bueno para que nos podamos desahogar, ya que despues de llorar te sientes muy pero que muy bien, o yo por lo menos!

María dijo...

yo también tengo a mi pareja a 300 y pico km de mi y tengo demasiado miedo a demasiadas cosas..

Publicar un comentario