martes, 30 de marzo de 2010

...¿Quién hay ahí?

Hoy, mirándome al espejo, me ha dado por pensar. ¿Y si somos nosotros, realmente, el reflejo de esa otra persona? Otra persona que vive en un mundo paralelo y , casualmente, cuando nosotros pasamos frente al espejo ella también lo hace.
¿Y si esa persona controlase nuestros actos?.
¿Y si un día deja de aparecer frente a nosotros, o deja de repetir nuestros movimientos?



¿Somos el reflejo de nosotros mismos?

jueves, 25 de marzo de 2010

Una mañana cualquiera...

El primer rayo de sol,
el aire en la calle,
un mechón en su cara,
unos niños con prisa,
un anciano con el periódico,
un conductor nervioso,
una conversación entre vecinos.


El autobús que llega tarde,
un libro en mano,
un semáforo en rojo,
un coche parado,
un cruce de miradas,
una sonrisa,
una ilusión.





...me encanta leer mientras viajo en autobús *

sábado, 20 de marzo de 2010

...analizandoTé

No recuerdo bien cómo fue exactamente, ni quien se decidió, pero el caso es que finalmente el domingo pasado quedé con Té. Esperaba sentirme nerviosa, tenía más que asumido que al principio no sabríamos qué decir... pero nada de eso. Las mariposas no despertaron en mi estómago, así que dormí perfectamente toda la noche -incluso me eché la siesta-, y cuando subí a su coche enseguida encontramos algo de lo que hablar. Evitábamos los momentos de silencio prolongado hablando de cualquier cosa y nos reímos bastante de camino al pub donde veríamos un monólogo.


Cuando llegamos al lugar todavía teníamos una hora por delante para conocernos y contarnos la vida, así que nos acomodamos en una mesa y así pasamos el rato. Tuve tiempo de examinarle y hacerme una idea sobre su persona: algo tímido (aunque lo disimuló bastante bien), muy selector con sus amistades, familiar, buen compañero y sincero. Pero sin duda, lo que más me gustó de Té es que habla mirando directamente a los ojos, los cuales tiene muy expresivos. De pronto se apagaron las luces y empezó el espectáculo: un monólogo muy completo y divertido (chistes, magia, sombras chinas, participación del público, etc.). Nada más terminar decidimos volver, ya era hora de cenar y el chico solo había dormido tres horitas esa noche, así que me llevó a casa y pusimos punto final a nuestra primera cita. No hubo broche de oro, si es lo que esperábais, pero fue suficiente con un "me lo he pasado muy bien esta tarde..." en boca de ambos. Lo cierto es que se pasó rápido, supongo que eso es buena señal.


Ahora viene el ¿y qué pasó después? Pues bien, desde aquel día no sé nada de él. Pero todo tiene una explicación, tanto él como yo hemos estado ausentes por motivos de trabajo y porque las fallas absorven a uno tanto de día como de noche. Vamos, que no es algo que me preocupe, la verdad; me preocupa más otra cosa... Tenemos un amigo en común que no ha parado de interrogarme estos días en plan: ¿qué intenciones llevas con Té, porque yo ya he oído campanas..?, ¿ha surgido la magia?, ¿vais a quedar más?, ¿te gusta?, bla, bla, bla. Y a mí esas cosas me agobian y me saturan. Por ahora no llevo ninguna intención con Té, no ha surgido la magia y no, no tengo ningún inconveniente en seguir quedando con él. Pero es que me lo conozco y este amigo tiene otra concepción de la amistad diferente a la mía: para él, el hecho de quedar a solas con una persona del sexo opuesto ya significa que quieres algo más con ese alguien. No es mi caso, no es como yo pienso, no es mi intención (al menos de primeras). Yo soy digamos que más clásica en ese aspecto y necesito conocer bien a la persona para saber lo que siento.


Y claro, cuando empezó a preguntarme, di por hecho que Té le habría hablado de mí o no sé... pero cuando me paré a pensar caí en que lo más seguro es que esté haciendo lo mismo con él y no me gusta nada porque pueden pasar dos cosas:


1. Que finalmente se agobie y se distancie de mí.

2. Que se piense que a mí me gusta y por eso le interroga, lo cual no es cierto.


He pensado en hablar con mi amigo para dejarle las cosas claras y que no se meta en esto, pero también creo que sería conveniente hablar con Té pero claro... ¿cómo se lo digo sin que suene mal?. ¿Qué opináis?


Y bueno, a raíz del interrogatorio de mi amigo he empezado a pensar y la verdad es que me noto reticente a sentir algo. Tengo miedo de equivocarme otra vez. Y a pesar de que necesito a alguien a quien regalar mi tiempo, a quien abrazar, a quien decirle cosas bonitas... pero no quiero precipitarme. No soportaría hacerle daño a nadie, ni mucho menos otra caída en picado.
... así que sin prisas *

viernes, 19 de marzo de 2010

Valencia en fallas...

Mañana prometo actualizar en condiciones y contar qué tal fue la cita con Té, porque hoy estoy demasiado cansada para autoanalizarme y expresar (además de comprender) mis sentimientos y demás. Pero mañana, o a lo sumo el domingo, lo haré sin falta. Que yo también necesito sentarme y organizar mis ideas...


He estado estos días muy ajetreada... Empecé la semana en el albergue con un grupo de niños un poco difícil pero bien, siempre aprendes algo de ellos. Continué disfrutando las fallas y no he parado desde entonces (mascletàs, ver las fallas, bervenas, caminatas para casa, ofrenda, chocolate con churros...). Para el que no las haya vivido nunca se lo recomiendo encarecidamente, pero preparaos para andar y andar y andar. Aquí os regalo algunas fotos de los monumentos que, dentro de unos minutos, arderán en llamas y desaparecerán para siempre; porque los valencianos somos los únicos con el suficiente valor como para quemar el trabajo de todo un año (el trabajo de todo un año y también cientos de miles de euros...)























miércoles, 10 de marzo de 2010

Días de menta y canela

"[...] Héctor no esperó a que arrancara el conductor para rodearme los hombros con su brazo y atraerme hacia sí. Acabé soldada a su carne forrada de cuero. Recosté la cabeza contra su pecho, que se elevaba y descendía al ritmo impaciente de su respiración.


- No sabes las ganas que tengo de meterme en la cama contigo- me susurró al oído.

-¿Y qué harás en la cama? ¿Dormir y callar, como el ratoncito que quería casarse con la Ratita Presumida?

- ¡Yo seré el Lobo Feroz de Caperucita y te comeré de arriba a abajo!


Como si pretendiera ensayar su papel, me dio un mordisquito en la oreja que yo no apoyaba contra su chaquetón. Nació un hormigueo que desembocó en un rosario de deliciosas convulsiones.


- Pero antes lameré hasta el recoveco más escondido de tu cuerpo- me susurró al oído-. ¿Y sabes qué haré contigo cuando te tenga indefensa entre mis fauces?

- No. Adelántamelo.

-Para abrir boca te besaré en la frente. Muy suavecito. Como hacía con mis hijos cuando se ponían malos de pequeños y quería comprobar si tenían fiebre.

- Te chamuscarás los labios, porque estoy ardiendo como una tea.

-¡Puedes quemarme vivo si quieres, Clara! Y si me abrasas los labios, te acariciaré los párpados con la lengua. Y te haré cosquillitas en esas pestañas tan largas que tienes. Y luego me convertiré en un ratón para roerte los lóbulos de las orejas. Y te morderé en el cuello hasta que no quede ni un milímetro de piel por comerte.

- No deberías decirme estas cosas en un taxi- le recriminé-. Me estás poniendo como una moto y me da vergüenza dar la nota.


[...]


Él suspiró con ese ímpetu de ventiañero que le asaltaba cuando me manoseaba dentro de un taxi. A lo mejor estaba haciendo realidad una de sus fantasías eróticas más recónditas. Héctor murmuró:

- La banda sonora ideal para decirte lo que haré cuando me haya comido tu cuello. ¿Lo quieres saber?


Sin despegar la cabeza de su pecho, la moví un poquito hacia arriba y hacia abajo. Mi pubis ya palpitaba con alas de mariposa y una dulce humedad me empapaba entre las piernas como si se me hubiera escapado el pis.


- Bajaré un poco más- musití Héctor con voz de diablo tentador- y me zamparé esos pezones sonrosaditos que tienes. Primero el izquierdo, luego el derecho. Tienen un gustillo muy dulce, ¿sabes? Igual que las gominolas de mora...

- ¿Y qué harás cuando me hayas comido los pezones?

- Seguiré mi camino hacia el Polo Sur y te besaré el vientre hasta que la lengua se cuele en el valle de tu ombligo. Allí la dejaré descansar un rato. No mucho, porque enseguida la llevaré a escalar el monte de Venus. Y cuando alcance tu pequeño tesoro, sorberé hasta la última gota de ese juguillo que destila y me sabe a gloria bendita. Todo eso haré si me dejas... y mucho más, porque me has rescatado de la grisura donde llevaba años vegetando."




Días de menta y canela
de Carmen Santos.

domingo, 7 de marzo de 2010

...conociendoTé

Aunque nuestras conversaciones se reduzcan a dos días a la semana, en el mejor de los casos, poco a poco voy conociéndole; al menos lo que él me deja ver... Sigue pareciéndome un chico interesante y con personalidad. Por fin el próximo domingo la distancia entre nosotros será física, y no virtual. Esperemos que la risa nos acompañe y sea la primera de muchas tardes divertidas con .

jueves, 4 de marzo de 2010

...alguien especial

Aún me sorprendo hurgando en tu presente a hurtadillas -husmeando únicamente lo que me permiten las circunstancias (tu foto principal y la suya) - para comprobar que tu vida sigue adelante de la manera en que tenías planeado antes de que ese estúpido desliz ocurriese, antes de enseñarme a volar para luego cortarme de cuajo las alas; en definitiva, antes de conocerme.



Y cuando os veo sonriendo en esa foto, tomada supongo que no hace mucho, me invade una sensación extraña: me alegra que hayas conseguido equilibrarte y a la vez me entristece que no fuese conmigo; pero, sobre todo, me agobia no salir de esta mierda.




Necesito tener a alguien a quien abrazar sin razones,
a
lguien especial...

miércoles, 3 de marzo de 2010

Me pregunto qué hago aquí...

Anoche estuve viendo en la televisión un reportaje sobre españoles que vivían desde hace años en África. Algunos poblados viven en cabañas de fango y paja, no tienen electricidad ni agua corriente, no manejan billetes, no tienen televisión ni ordenador ni teléfono, no tienen nevera; pero sí tienen asumido el concepto de compartir, sí regalan sonrisas, sí tienen don de gentes, sí tienen relaciones sociales. No tienen nada, pero lo tienen todo... Carecen de aquello que a nosotros nos parece de primera necesidad, pero son iguales (o más) felices que nosotros.
Por supuesto que hay pobreza y miseria, pero es increíble cómo la gente de aquellas tierras no pierde la sonrisa, ni las ganas de vivir en ningún momento, cómo te agradecen en creces un pequeño detalle.

Ya llevo tiempo con el gusanillo por vivir esta experiencia en mis carnes. No ahora, pero quizá dentro de un par de años me gustaría irme allí omo profe en un cole o simplemente a ayudar. Después de ver este documental me asusta irme, más que nada por si no quiero volver...

martes, 2 de marzo de 2010

Queda un mes...


Queda solo un mes para emprender el camino y, aunque las cosas no estén saliendo como esperaba (es una larga historia, pero de todo se aprende), cada vez tengo más ganas. Ya tengo los billetes de tren en mano, ya estoy completamente equipada, ya estoy preparada...