lunes, 7 de febrero de 2011

...con la palabra en la boca *

Una de las cosas que mas odio es comenzar una conversación y que me dejen con la palabra en la boca.

Sí, seguramente, soy demasiado pesada a veces; un disco rallado que repite una y otra vez el mismo input, ¿pero qué voy a hacer si lo que digo entra por un oído y sale por el otro? No me gusta ser así, no me gusta repetirme, es una pérdida de tiempo y de energía. Así que al final me canso y me cabreo, ¡y es cuando el input funciona! ¿alguien me lo puede explicar?. Lo que sucede a continuación es que no me gusta enfadarme, por tanto intento dialogar y razonar.Pero resulta que cuando empezamos (ambas partes) a reflexionar sobre el tema y la conversación pasa a ser una discusión controlada, entonces, es cuando sucede: se da la vuelta y se pone a hacer otra cosa.

Perfecto, asunto tapado (no solucionado),
yo con la palabra en la boca,
tú con tus pensamientos en tu cabeza.


...Quiero escucharlos *

1 soplos de aire fresco:

Penny Lane dijo...

Jum, de nada sirve llamarlo diálogo cuando al final no se zanja.

No te ofusques :) Las cosas se hablan y se solucionan

UN besoTE

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