martes, 28 de diciembre de 2010

...es tu voz *

Anoche di mil vueltas intentando dormirme, la cama me queda grande sin ti. Solo pensamientos negativos venían a mi cabeza, no sé por qué, me acordé de esas ranas del pasado y de lo mal que me lo hicieron pasar y no podía soportar la idea de que tú... en fin... lágrimas y más lágrimas mientras intento dormirme. Imposible con esos pensamientos. Decido levantarme, lavarme la cara, respirar hondo y pensar cosas bonitas. Me duermo mirando la foto de mi móvil, esperando quizá que nuestra telepatía funcione a distancia y me hagas una llamada. No es así, obviamente. Aún así despierto cada hora, miro el móvil: nada. Y así hasta que -pensé que nunca diría esto- por fin suena el despertador.


Un nuevo día, hoy sí que lo tengo repletito (comida con las compañeras de la facultad, cita con el fotógrafo de la orla, compras, etc.) y no tengo demasiado tiempo para pensar. ¡Ilusa!. Te pienso cada minuto y te echo de menos. Sólo faltan unos días, me repito a mí misma, y eso me reconforta. Pero, de camino a casa, me noto nerviosa... mi respiración va demasiado acelerada... suena estúpido, pero me cuesta respirar... Así que te llamo y me recibes con un hola cariño, ¿qué tal el día? Empezamos a hablar y poco a poco me voy tranquilizando. Tu voz me calma. Vuelvo a sonreir, yo también te quiero :)



3 soplos de aire fresco:

Penny Lane dijo...

Suele pasar, te crees que pides más de la cuenta xD
Pero bueno, yo hace tiempo me quedé con las sorpresas y dejé de esperar. Sino, sería todo muy aburrido, si él se comportara como tu quieres ¿no?

Un besote guapita :D

Anónimo dijo...

una de las mejores sensaciones es esa, saber que cuando llames en la otra parte del tlfn encontraras una frase reconfortante, un saber que te escucharan, que te haran sentir mejor...
cuidalo!
un saludo

Luna dijo...

Hay personas que nos calman, verdad? ya estás de vuelta? qué tal todo? un abrazo muy muy grande

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