miércoles, 22 de abril de 2009

Duele...



Me pregunto ¿dónde quedaron nuestra conversaciones?, ¿qué hay de la confianza que tejimos entre ambos?, ¿cuándo se esfumó?, ¿qué es lo que hice mal?, ¿en qué fallé? Definitivamente hoy me siento sola: sola en medio de un montón de gente. Olvidada, apartada, defraudada... Sé que es egoista e injusto pensar así (ya estamos con lo que es justo y lo que no es justo), al fin y al cabo no soy la única persona de su vida, ni mucho menos; ¿pero es que soy la única que realmente lo echa de menos? Quiero pensar que no, que esta tarde me llamará y todo volverá a la normalidad pero no las tengo todas conmigo.


Y es que quizá hoy es el día de mandarlo todo a tomar viento, de abrir los ojos de una vez y reconocer a toda esa gente que está mi alrededor y a la que realmente le importo. Quizá sea el día de abrir e cajón. Sí, eso es.
Contaré con los dedos de una mano a esas personas y las cuidaré; pero es que él es uno de ellos...





Duele recordar,
duele olvidar,
duele esperar.

domingo, 19 de abril de 2009

...tic-tac

Últimamente acostumbro a imaginarme la vida de los demás. Cuando voy en el autobús o por la calle y veo la gente pasar, hablando por el móvil, con sus hijos, con sus parejas o simplemente solos, me paro a mirar su caras, sus expresiones. Ellos sin saberlo me están contando su vida, si están estresados por el trabajo, si llegan tarde a una cita importante, si están enamorados, si son felices. Es increíble hasta qué punto puedes conocer a una persona sin siquiera saber su nombre.




Esto me hace pensar que tengo una vida demasiado monótona y aburrida. Sigo aquí, en el mismo sitio que hace un año, con la misma gente, los mismos sentimientos. No hago nada por cambiarlo, pero tampoco por arreglarlo. Estoy en una de esas épocas en que dejas pasar la vida ante tus ojos y que el viento te lleve a donde sea, cualquier sitio es mejor.




Necesito un soplo de aire fresco,


un abrazo bien fuerte,


unas palabras sinceras,


una visita inesperada,


un viaje al fin del mundo,


un desconocido amable,


un mes entero en el albergue con los niños.





Tic...


Tac...


¿Notas como pasan los segundos?
El tiempo corre,
el aire me lleva.

miércoles, 1 de abril de 2009

Mi cajón, mi sueño, mi vida.

Guardado en un pequeño cajón, que se abre de vez en cuando, se esconde un tesoro:
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Un sueño donde decides qué hacer, cuándo, dónde y con quién.
No hace frío, ni calor.
El sol brilla ahí fuera.
Hay nubes de algodón que dibujan formas. ¿A ver quién adivina qué es esa de allá?
Risas contagiosas.
Sonrisas amistosas.
Miradas profundas que hablan, labios sinceros que callan.
Oídos que escuchan atentamente.
Consejos que calman.
Abrazos llenos de energía.
Manos que ayudan a salir de las arenas movedizas.
Juramentos que sobrevivirán eternamente.
Amigos enteros.
Compañeros en el camino
Caras conocidas que van, otras que vienen, que siempre están o que prometen estar.
Secretos a voces.
Palabras cruzadas.
Promesas que se van con la misma facilidad que llegaron.
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Cada vez que abro ese cajón descubro que hay mucho más de lo que esperaba encontrar. A veces me sorprende la cantidad de cosas buenas que puedo reunir, cosas que cuido para que nunca se rompan. Otras, sin embargo, solo encuentro cosas malas.
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De cualquier modo, siempre encuentro mucho más, quizá, de lo que merezco.
Este es mi cajón, mi sueño, mi vida.
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Haz de tu vida un sueño, y de tu sueño una realidad. Recuerda, solo tenemos una oportunidad... ¡y el tiempo corre en nuestra contra!