lunes, 23 de noviembre de 2009

Desconocidos

...entonces ella tomó asiento y le vio. Estuvo observándole durante unos minutos: tenía el pelo hábilmente despeinado y sostenía entre las manos un libro aparentemente interesante, pues no despegaba la atención del mismdo. Pronto sus miradas se cruzaron y rápidamente él volvió a su lectura, pero este chico tenía algo que le impedía, a ella, apartar su ojos de él.

- ¿Nos conocemos? - preguntó al fin él, que ya empezaba a incomodarle esa mirada penetrante

- No, pero deberíamos... - contestó ella con una sonrisa pícara que delataba sus intenciones

1 soplos de aire fresco:

Gotadeagua dijo...

Qué buena entrada!yo tb quiero q me pasen cosas así de verdad...es como cuando vas paseand por la calle y cruzas una mirad con alguien del sexo opuesto, y esa mirad consigue alterart el corazon...
un saludo, te sigo leyendo:)

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