Sé que ha sido prácticamente una decisión telepática y de mutuo acuerdo, que decidimos sin hablar el no hablarnos para darnos tiempo y espacio; pero cada día me pregunto cuál es tu secreto, cómo lo haces para poder estar sin saber de mí, sin escucharme, sin verme, sin abrazarme, sin hablarme.
Yo sé que puedo. Puedo, puedo, puedo, puedo, puedo, puedo, puedo, puedo, puedo, puedo, puedo, puedo, puedo, puedo, puedo, puedo, puedo, puedo, puedo, puedo, puedo, puedo, puedo; pero... ¿quiero?
1 soplos de aire fresco:
Podrás, te lo digo yo :)
Publicar un comentario