martes, 28 de diciembre de 2010

...es tu voz *

Anoche di mil vueltas intentando dormirme, la cama me queda grande sin ti. Solo pensamientos negativos venían a mi cabeza, no sé por qué, me acordé de esas ranas del pasado y de lo mal que me lo hicieron pasar y no podía soportar la idea de que tú... en fin... lágrimas y más lágrimas mientras intento dormirme. Imposible con esos pensamientos. Decido levantarme, lavarme la cara, respirar hondo y pensar cosas bonitas. Me duermo mirando la foto de mi móvil, esperando quizá que nuestra telepatía funcione a distancia y me hagas una llamada. No es así, obviamente. Aún así despierto cada hora, miro el móvil: nada. Y así hasta que -pensé que nunca diría esto- por fin suena el despertador.


Un nuevo día, hoy sí que lo tengo repletito (comida con las compañeras de la facultad, cita con el fotógrafo de la orla, compras, etc.) y no tengo demasiado tiempo para pensar. ¡Ilusa!. Te pienso cada minuto y te echo de menos. Sólo faltan unos días, me repito a mí misma, y eso me reconforta. Pero, de camino a casa, me noto nerviosa... mi respiración va demasiado acelerada... suena estúpido, pero me cuesta respirar... Así que te llamo y me recibes con un hola cariño, ¿qué tal el día? Empezamos a hablar y poco a poco me voy tranquilizando. Tu voz me calma. Vuelvo a sonreir, yo también te quiero :)



lunes, 27 de diciembre de 2010

Vuelve a casa vuelve por navidad...

He vuelto a mi ciudad por navidad y resulta extraño pero siento que este no es mi hogar... Estoy a gusto con mi familia y amigos, pero no conmigo misma. Disfruto porque sé que no estaré aquí más de dos semanas, pero me agobia pensar qué haré con mi vida a partir de septiembre. Tengo claro que en la isla no me voy a quedar, no es mi lugar; pero también tengo claro que me gustaría seguir viviendo mi vida y que me gustaría que fuera contigo: aquí, allí o donde sea.

Creo que ahí está el kit de la cuestión, me asusta pensar en los 3oo y pico kilómetros que me separan de ti; me encanta volar contigo, pero me asusta la altura; me asusta pensar que pueda agobiarte que me asusta pensar en todo esto y tengo miedo de perderte... aunque sé que debo disfrutar el momento (de hecho cada minuto lo hago), pero no puedo evitar pensarlo.

Echo de menos los sms de buenos días durante los primeros meses, las llamadas interminables por las noches, los mensajes privados a mitad mañana para recordarme lo mucho que me quieres, tu cara de recién levantado o tus besos de buenas noches. Sé que lo sigues sintiendo, pero lo echo de menos.



¿Inconformismo? Puede ser.

¿Exigencia? Jamás.

¿Amor? Y mucho miedo.




Espero que estéis pasando unas felices fiestas con todos los vuestros.
Yo, aunque tenga mi regalo lejos y a veces me raye demasiado, las estoy disfrutando :)